domingo, octubre 30, 2011

Enigma desvelado


Uno de los monumentos más feos de Cádiz -donde el Ayuntamiento del PP compite consigo mismo en hacerlos cada vez más espantosos- es el erigido a memoria del doctor Manuel Rodríguez Morales en la plaza del Mentidero. 
De estilo claramente funerario, con un pedestal desproporcionado que corona un busto perfectamente vulgar, el conjunto desentona en un espacio ocupado por  terrazas de bares y juegos de niños.
Una lápida -también funeraria, sin discusión- atribuye la erección del monumento al "pueblo de Cádiz", sin más detalles. 
Para mí, que estuve obligado durante un par de décadas a seguir la actualidad de la ciudad, siempre había sido un enigma la personalidad y los méritos de este médico. Hasta hoy.
"La Voz de Cádiz" publica un texto de Ignacio Casas de Ciria, habitual cronista de sociedad de este diario, en el que dibuja el perfil del doctor Rodríguez Morales: un médico como tantos otros de su tiempo, entregado a su profesión, generoso con los pobres y buen padre de familia: nada más ni nada menos. 
Ni el monumento ni el perfil hacen ningún favor a su memoria. 

miércoles, octubre 19, 2011

Bautismo forzado de hijos de republicanos asesinados

El viernes 14, en la sección "Diario de Cádiz hace 75 años" se publicaba el recorte que transcribo más abajo y que iba encabezado con un críptico titular: "Bautizo en San Antonio de los hijos de los muertos en los pasados sucesos"
He consultado a un estudioso de la historia local quien me ha confirmado lo que sospechaba, esto es, que se trataba del bautismo "ejemplarizante" de hijos de dirigentes de izquierdas asesinados por  tras la rebelión militar. 
Concretamente, Barbarán era secretario local del Partido Socialista y se le aplicó la llamada "ley de fugas", es decir, el disparo por la espalda con la excusa de que "trató de escapar" cuando le llevaban detenido; así lo contó el periódico en su día. 
Las muertes del comunista Oitabén, de Castilla y de Jiménez Nieto no han sido recogidas en la mencionada e imprescindible sección hemerográfica del "Diario de Cádiz". 
Para mayor humillación y vilipendio, los padrinos y madrinas de los huérfanos fueron los máximos responsables de la muerte de sus padres. Luego, se tomaron un aperitivo.


 14.10.2011 - 08:43


Ayer por la tarde, en la parroquia de San Antonido, tuvo lugar el solemne acto de bautizar a los hijos de las viudas de Barberán, Oitabén, Castilla y Jiménez Nieto.
Asistieron las primeras autoridades civiles y militares, estando el templo completamente lleno. En representación del obispo de la diócesis intervino el vicario capitular, Eugenio Domaica, auxiliado por los padres Serrano y Lara.
La hija de Oitabén recibió el nombre de María y fue apadrinada por el general López Pinto y su esposa. La hija de Nieto Jiménez recibió el nombre de Manuela y fue apadrinada por el doctor Alcina y Carmen Galán.
Los hijos de Barberán recibieron el nombre de María Teresa, Conchita y José Antonio. Fueron apadrinados respectivamente por el jefe local de Falange, Lahera, y Conchita Alcina, jefa de la Sección Femenina; Ramón de Carranza y su hija Micaela; y gobernador civil, Valera, y su esposa.
A la hija de Castilla se le impuso el nombre de María Rosa y fue apadrinada por el jefe provincial de Falange, Joaquín Bernal y Conchita Rey.
Finalizada la ceremonia religiosa, las autoridades e invitados marcharon al local de la Sección Femenina de Falange donde se sirvió un aperitivo. Las madres de los bautizados recibieron varios regalos. 

martes, octubre 11, 2011

Doble grosería reiterada

No he podido asistir a la tertulia con Eduardo Galeano que se celebraba esta tarde en el Museo, organizada por el Consorcio del Bicentenario de La Pepa. Las puertas estaban cerradas desde muchos minutos antes de comenzar el acto, y al igual que pasó cuando vino Felipe González, no había nadie del Consorcio para dar la cara ante las decenas de decepcionados invitados aspirantes a entrar. 
Una doble grosería que no hubieran cometido los exquisitos burgueses del Cádiz de las Cortes.
Lo molesto es que
la invitación que me enviaron indicaba "S. R. C.", siglas que supongo que no habrán cambiado su significado de "Se Ruega Confirmación", y yo confirmé mi asistencia ayer lunes por la mañana. Parece que la joven que me atendió al teléfono no creyó que llamase en serio y no tomó nota de mi nombre. 
Así pues, no sólo no he podido asistir a la tertulia, sino que me he sentido un poco víctima de una tomadura de pelo. Pero bueno, estoy (casi) seguro de que ésta será la última vez, ya que me he dado de baja de su lista de correo. Tampoco es para tanto lo que me voy a perder y, además, no me gusta quedarme al croqueteo posterior.
En fin, lo importante para la historia es que la prensa publique una foto de los coloquiantes y, en el mejor de los casos, otra de las dos primeras filas de asistentes, autoridades y tal.
Pues buena suerte y mucho éxito.