jueves, septiembre 30, 2010

Otra herencia maldita

La plaga de palmeras (no "de las palmeras") que asola Cádiz es comentada hoy en el "Diario" por el implacable Pettenghi Estrada, cada día más certero. De pasada, despeja parcialmente una de las incógnitas que nos planteamos muchos: ¿de dónde procede el interés de la alcaldesa por esta planta, tan poco amistosa para el urbanita aunque lo sea para los aventureros del desierto en la iconografía romántica? La respuesta: 
"Tal vez esa palmeritis [se deba a que] -aparte que las dejen a buen precio en el vivero de Málaga- (...)".
Bueno. No sé a cuánto las pagará el Ayuntamiento, pero buena parte de las que compra, desmochadas y lamentablemente podadas, aparentan ser de segunda mano. Los "jardines" y aceras donde las planta quedan, a mi vista, como espacios inhóspitos y desolados y, lo que es peor, con vocación de eternidad, ya que la vida media de las palmeras está entre los 200 y los 300 años... 
Como la ampliación del aparcamiento de Canalejas, es otra herencia maldita para generaciones de gaditanos.