domingo, junio 13, 2010

Otros usos de las iglesias

Anoche asistí a un concierto en la iglesia de San Lorenzo, de Cádiz, cuyo espectacular retablo principal fue restaurado en 2006-2007 por la Junta de Andalucía. Una de las contraprestaciones acordadas era la cesión del templo para determinados actos culturales, entre ellos conciertos como el de anoche.
Claro que el que manda allí es el párroco.
El concierto estaba previsto a las 21 horas, después de la misa de las ocho. Pero comenzó pasadas las 21:30, porque la ceremonia religiosa -que no suele sobrepasar los 20-25 minutos- duró una hora y diecinueve minutos, debido sobre todo a un sermón de media hora y a interminables incisos verbales del párroco, que -al decir de un compañero de asiento- "se gustó" y lució ante un veterano y reducido auditorio. Una de las fieles -que comulgó y todo, no os creáis- dijo indignada que el alargamiento de la ceremonia era deliberado.
Total: que salí del templo a las 22:55. Encantado por la excelente música del conjunto Rossi Piceno y perplejo por la conducta del clérigo. Aunque no debería extrañarme, a la vista de lo que pasa en otras latitudes:

http://www.diariodecadiz.es/article/andalucia/723201/obispo/cordoba/cree/uso/compartido/la/mezquita/implica/la/expulsion/los/catolicos.html#opi

2 comentarios:

Pilar dijo...

Digo de los religiosos y sus cultos lo que Umberto Eco de los deportistas: los odio, espero que se maten todos entre sí.
Cualquier día me voy para Cádiz y te acompaño en un concierto de esos, qué envidia! -al año que viene estaré más atenta-. Un besico

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Me das envidia, Tomás, pues me gusta mucho la música antigua, y no pude asistir al concierto.
Me permito hacer una observación: las misas del P. Araujo (si es que se trata de él, imagino que sí), nunca duran 25 minutos, sino 1 hora u hora y 5 minutos, y sus homilías no menos de media hora. Nunca lo he visto actuar como funcionario de la cosa, y no me extraña que se "alargue"; es el único cura que he visto que vaya a la puerta de la Iglesia y despida con un apretón de manos a los fieles.
Un cordial saludo dominguero.